Por Claudio Vargas Mancilla
Trabajador Social
Universidad de Los Lagos
Ya
habiendo transcurrido un par de días desde conocidos los resultados obtenidos
por las coaliciones Chile Vamos y Frente Amplio, el pasado 02 de julio, me es
posible comentar de manera somera los números que dejó la jornada clave para
las proyecciones de ambos bloques políticos.
Partiré
por Chile Vamos, con tres candidaturas asimétricas en sus discursos y proyectos “liberales”, las
candidaturas de Manuel José Ossandon y Felipe Kast provocaron en más de alguno una
sensación de madurez y evolución ideológica, que se encaminaron hacia una
derecha enfocada en el desarrollo humano y ético, por sobre el enfoque economisista
casi absolutista de Sebastián Piñera y de la derecha ortodoxa. Es decir, el
sabor de boca que dejan las candidaturas de Ossandon y especialmente la de Kast,
es que se aprecia un desarraigo considerable de las ideas de derecha y los
planteamientos “made on Friedman” predicados por la generación anterior a la de
los Chile Vamos millennials.
En
relación al número de sufragios arrojados por estas primarias, puedo concluir
dos aspectos. El primero; es que la derecha, debe entender que Piñera como
fenómeno socio-político no es Bachelet (la discusión de las posibles variables
de esta afirmación es larga y compleja) y por más esfuerzos en querer instalar
este concepto, ya no hará más que quedar como constructo. El piso de votos de
esta primaria para Chile Vamos en el análisis, es más bien un problema que una
oportunidad de cara a la segunda vuelta de diciembre. La suma de Piñera y Kast
(La votación de Ossandon es impredecible para la elección de primera vuelta)
está lejana a los 2 millones 100 mil que alcanzo Evelyn Matthei en 2013.
Por
su lado, el Frente Amplio se convirtió en el Marcelo Díaz de la jornada, que
como desafio apostó a salir jugando y terminó entregando la pelota para el gol
a sus potenciales competidores (la Nueva Mayoría), con una tan baja votación,
que entre el total alcanzado por sus dos candidatos superaron por un escaso
margen al tercer lugar de Chile Vamos, Felipe Kast, consiguiendo los sufragios
que en ocasiones anteriores han obtenido postulaciones como la de partidos como
el Comunista.
En
relación a los candidatos, Alberto Mayol intentó innovar con propuestas tales como la implementación de un servicio de
trenes entre Arica y Puerto Montt, así como uno bi-nacional entre Chile y
Argentina en la Patagonia, pero que no resultó lo suficientemente apropiada
para instalarse como un caballito de batalla que genere un impacto que capte
los votos necesarios para pasar a la primera vuelta presidencial.
Por
su parte, Beatriz Sánchez que contó con el apoyo de rostros reconocidos como
Giorgio Jackson, Jorge Sharp o Gabriel Boric, pesé a mostrarse efervescente
post-triunfo, debe estar consiente que al naciente colectivo político que
encabeza no le alcanza para establecerse como la tercera fuerza política que
pelee palmo a palmo con Chile Vamos y la Nueva Mayoría.
Lo
cierto, es que este ultimo domingo se vivió un día de triunfos pero no de
consagraciones ni carreras ganadas para Chile Vamos y el Frente Amplio, por lo
que las aspiraciones de la Nueva Mayoría (másque ausente, actor pasivo de esta
elección), de continuar en el gobierno están intactas electoralmente hablando,
ya que, el Frente Amplio no resultó ser
la amenaza que en algún momento, se pensó, podría haber llegado a ser, en una
jornada que al final del día para todos, fue más mala que buena.
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