Por Carolina Vásquez Araya periodista Chilena Radicada en Guatemala
Las constantes crisis actuales traen
reminiscencias de pasadas dictaduras
Es muy lindo vivir en democracia.
Tener la suficiente libertad de pensamiento como para opinar abiertamente sobre
cualquier cosa, desde las anécdotas más banales hasta los temas profundos de la
sociedad; caminar por las calles sin temor a sufrir una muerte no programada en
la agenda del día y sobre todo aceptar con absoluta certeza la pertinencia de
las leyes que rigen la comunidad, con la convicción de haber sido dictadas por
representantes íntegros. Algo así sería el ideal democrático presente en el
imaginario colectivo desde el día aquel cuando se depuso la última dictadura y
se envió a sus cuarteles al último gobernante militar.